“Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan…”
El poder de la palabra, el poder de poner en palabras lo que pienso y siento, el poder para ponernos de acuerdo. No siempre estaremos de acuerdo con todo y con todos, pero son las palabras las que me acercan, las que unen, las que salvan. Son las palabras las que me permiten mantener un diálogo, las que aclaran una situación confusa, las que desarman un embrollo.
Con las
palabras puedo decir “te amo” o puedo decir “estoy de acuerdo” o decir “en otro
momento será”. Puedo decir un “si” tan grande como una iglesia, o decir un “no”
tan profundo que retumbe en las paredes.
Las palabras vuelan y son libres. Me permiten acercarme al
otro para expresar mis sentimientos, a su vez mis sentimientos encuentran una
forma de expresarse a través de las palabras.
Como personas adultas nuestra responsabilidad es compartida
a la hora de decir NO frente a situaciones de violencia en cualquiera de sus
formas. Muchas veces, al no trabajar asociadamente, alentamos a que se perpetúe
una situación de maltrato. Eso no quiere decir que tenemos que estar siempre de
acuerdo, pero una confrontación que no permite el diálogo nunca nos llevará a
un buen puerto.
La escuela ha trabajado en equipo realizando en estos días, a cargo del Servicio de Orientación escolar, jornadas reflexivas y productivas en formato taller para afianzar valores, el valor por sobre todo de la palabra y del diálogo como forma de resolver pacíficamente los conflictos!
SOMOS MÁS COMO ESCUELA,SOMOS MÁS LOS QUE DECIMOS NO A LA VIOLENCIA Y SI AL DIALOGO!